El poeta invoca a las musas para empezar con el relato del héroe Odiseo, que estuvo peregrinado largo tiempo después de la destrucción de Troya.
Ulises vio muchas poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y poblados en el largo tiempo que permaneció fuera, intentando salvar la vida y la vuelta de él y sus hombres. No puedo salvar a ninguno de sus acompañantes puesto que se dejaron llevar por sus locuras, comiéndose las vacas de Helios (hijo de Hiperón), lo cual esas insensateces no les permitieron el regreso.
Solamente Odiseo quedaba perdido fuera de su patria. Se encontraba en hueca gruta detenido por Calipso (una ninfa, las mas divina entre los dioses) que deseaba tenerlo como esposo. Pasados unos años, los Dioses decretaron que Ulises debía volver a su patria, todos a excepción de Poseidón, que no dejó tranquilo al divino Odiseo hasta llegar a su hogar. Tal odio y rencor que le guarda este se debe a que Ulises cegó al cíclope Polifemo, el mas fuerte de todos los cíclopes. Por ese motivo si no le intenta matar, hace que permanezca lo mas lejos posible de su hogar.
Mientras Poseidón se encontraba en el mas lejano pueblo de los etíopes presenciando un festín, las otras deidades se reunieron en el palacio de Zeus Olímpico (padre de los hombres y de Dioses), para tratar el tema del gran guerrero. Atenea comienza hablando a su favor, que Odiseo permanece apenado por estar mucho tiempo lejos de los suyos. Se encuentra en una isla en el centro del mar azotado por olas, donde Calipso le tiene retenido mediante tiernas y seductoras palabras para conseguir que se olvide de Ítaca y paser a ser esposos. Después de las palabras de Atenea, Zeus contesta que está de acuerdo con lo que ha argumentado y que entre todos ellos deben tratar la vuelta del mismo a su patria a pesar del rencor que le guarda Poseidón. Decidieron que por un lado Hermes (mensajero) se encargaría de ir a las isla en cuanto antes y manifestar a la hermosa Calipso que entre todas las deidades habían tomado la decisión de la vuelta de Ulises, para que le deje y así se ponga en camino hacia el regreso a su hogar. Y por otro lado que Atenea descendiera a Ítaca, tomando la figura de Mentes (rey de los tafios), un extranjero y conocido de su padre, para hablar con Telémaco e infundirle confianza de su gran valor y así prohibir la entrada a su casa de todos los pretendientes y para que pueda adquirir noticias de su padre una vez llevado a Pilos.
Telémaco estaba en su casa rodeado de los pretendientes de su madre, triste y con el pensamiento firme es su valioso padre, de que si volvía echaría a aquellos de su casa y recuperaría su dignidad y su dominio de riquezas. Cuando se encontraba sentado entre todos aquellos varones se dio cuenta que había un huésped fuera (Atenea), en la puerta de su casa. Indignado por esa situación, salio en su busca y le tendió la mano para acogerle. Le llevo a hasta el interior de la casa, cogió sus armas dejándolas junto al resto, le puso cómodo y cubrió sus necesidades antes de interrogarle y saber quien era y que necesitaba.
Mentes pregunta a Telémaco a que se debe tanto festín en la casa y este le estuvo explicando que los hombres que se encuentran en su casa, tan solo son ocupantes que se en encargan del canto y de devorar las haciendas de otros, y que pretenden casarse con su madre para tener la posesión de Ítaca. Todos esos varones aparecieron al enterarse de la desaparición y posible muerte de Ulises. También le cuenta que ninguna esperanza les queda a ellos sobre el regreso de Ulises, pues piensan también que ya murió.
En seguida, comienza a preguntarle a Mentes a que se debe su presencia y quien era. Este respondió que es un viejo conocido de su padre, que hacía muchos años que no le veía pero que tenía noticias suyas, seguía vivo. Le informó que su padre se encontraba de vuelta, pero que son los dioses quienes impiden su regreso poniéndole obstáculos por medio y que ahora mismo se encontraba en una isla bajo el poder de hombres crueles y salvajes. Finalmente le dice a Telémaco que actúe como un hombre.
Ulises vio muchas poblaciones y conoció las costumbres de muchos hombres y poblados en el largo tiempo que permaneció fuera, intentando salvar la vida y la vuelta de él y sus hombres. No puedo salvar a ninguno de sus acompañantes puesto que se dejaron llevar por sus locuras, comiéndose las vacas de Helios (hijo de Hiperón), lo cual esas insensateces no les permitieron el regreso.
Solamente Odiseo quedaba perdido fuera de su patria. Se encontraba en hueca gruta detenido por Calipso (una ninfa, las mas divina entre los dioses) que deseaba tenerlo como esposo. Pasados unos años, los Dioses decretaron que Ulises debía volver a su patria, todos a excepción de Poseidón, que no dejó tranquilo al divino Odiseo hasta llegar a su hogar. Tal odio y rencor que le guarda este se debe a que Ulises cegó al cíclope Polifemo, el mas fuerte de todos los cíclopes. Por ese motivo si no le intenta matar, hace que permanezca lo mas lejos posible de su hogar.
Mientras Poseidón se encontraba en el mas lejano pueblo de los etíopes presenciando un festín, las otras deidades se reunieron en el palacio de Zeus Olímpico (padre de los hombres y de Dioses), para tratar el tema del gran guerrero. Atenea comienza hablando a su favor, que Odiseo permanece apenado por estar mucho tiempo lejos de los suyos. Se encuentra en una isla en el centro del mar azotado por olas, donde Calipso le tiene retenido mediante tiernas y seductoras palabras para conseguir que se olvide de Ítaca y paser a ser esposos. Después de las palabras de Atenea, Zeus contesta que está de acuerdo con lo que ha argumentado y que entre todos ellos deben tratar la vuelta del mismo a su patria a pesar del rencor que le guarda Poseidón. Decidieron que por un lado Hermes (mensajero) se encargaría de ir a las isla en cuanto antes y manifestar a la hermosa Calipso que entre todas las deidades habían tomado la decisión de la vuelta de Ulises, para que le deje y así se ponga en camino hacia el regreso a su hogar. Y por otro lado que Atenea descendiera a Ítaca, tomando la figura de Mentes (rey de los tafios), un extranjero y conocido de su padre, para hablar con Telémaco e infundirle confianza de su gran valor y así prohibir la entrada a su casa de todos los pretendientes y para que pueda adquirir noticias de su padre una vez llevado a Pilos.
Telémaco estaba en su casa rodeado de los pretendientes de su madre, triste y con el pensamiento firme es su valioso padre, de que si volvía echaría a aquellos de su casa y recuperaría su dignidad y su dominio de riquezas. Cuando se encontraba sentado entre todos aquellos varones se dio cuenta que había un huésped fuera (Atenea), en la puerta de su casa. Indignado por esa situación, salio en su busca y le tendió la mano para acogerle. Le llevo a hasta el interior de la casa, cogió sus armas dejándolas junto al resto, le puso cómodo y cubrió sus necesidades antes de interrogarle y saber quien era y que necesitaba.
Mentes pregunta a Telémaco a que se debe tanto festín en la casa y este le estuvo explicando que los hombres que se encuentran en su casa, tan solo son ocupantes que se en encargan del canto y de devorar las haciendas de otros, y que pretenden casarse con su madre para tener la posesión de Ítaca. Todos esos varones aparecieron al enterarse de la desaparición y posible muerte de Ulises. También le cuenta que ninguna esperanza les queda a ellos sobre el regreso de Ulises, pues piensan también que ya murió.
En seguida, comienza a preguntarle a Mentes a que se debe su presencia y quien era. Este respondió que es un viejo conocido de su padre, que hacía muchos años que no le veía pero que tenía noticias suyas, seguía vivo. Le informó que su padre se encontraba de vuelta, pero que son los dioses quienes impiden su regreso poniéndole obstáculos por medio y que ahora mismo se encontraba en una isla bajo el poder de hombres crueles y salvajes. Finalmente le dice a Telémaco que actúe como un hombre.
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